Circuito del Ruido




Ruidósfera aparece casi con la década de los noventas cuando cuatro melómanos deciden dar forma a sus inconmensurables ánimos de hacer lo mismo que sus héroes sónicos, alineados como banda de rock se enfrascan en la tarea de componer piezas originales y versionar a algunos de sus referentes; así temas de los peruanos Narcosis, o de los entonces sombríos The Cure, asomaban en el repertorio de esta banda que elegiría como primera y estigmática denominación el nombre de EXILIO. Exilio poseía casi nula técnica musical siendo el ímpetu de sus integrantes el único aliciente para la continuidad de la banda, precisamente la persistencia y el amor por la música haría que lentamente el grupo alumbre temas de corte casi punk; inspirados en las bandas subterráneas limeñas y en la facilidad de repetir dos o tres acordes en toda una canción, Exilio inicia sus presentaciones locales con poca fortuna, indefinidos en su estilo apenas si hicieron mella en un ámbito plagado de metal en la ciudad por aquel entonces. Pero la constancia y la paciencia dieron frutos y con el auge del llamado rock alternativo Exilio hallaría al fin un lugar para desenvolverse, pese a que su propuesta hibrida se vislumbraba distinta de esta corriente; así los conciertos se suceden y de algún modo la banda se consolida como parte de la escena arequipeña, sin seguidores incondicionales ni presentaciones continuas, sin embargo el combo no cesa en su intento de sostener un sonido, propio, eso si ahora con algo mas de experiencia técnica y musical y también acercándose a vertientes trazadas por bandas como Sonic Youth, Pixies o The Jesus & Mary Chain. Los años cuajarían el sonido de Exilio, haciéndoles dueños de un sonido bastante personal, arraigado en el noise y la neo psicodelia, que sin embargo no se hacia prejuicioso con las melodías vocales pop e incluso escarceaba con la electrónica, el metal y hasta el jazz. Hacia las postrimerías de los noventas y luego de haber pasado incluso por un vocalista femenina, Exilio retoma su formación original y acentúa su presencia cuando se daba en la ciudad de Arequipa un fugaz boom del rock local, presentaciones en escenarios grandes y ante numeroso público reavivarían los sueños de los ya experimentados rockeros, asimismo los años trajeron consigo apertura total en los gustos melódicos del cuarteto y se aventuran a versionar piezas como un añoso y emotivo pasacalle huaracino ("Huascarán") inspirados en la grabación de la legendaria folclorista Martina Portocarrero, también decantan sus composiciones para realizar por vez primera temas lentos aunque plagados, eso si, de guitarras con la distorsión al tope. A estas alturas Exilio registra notorias influencias de la neo psicodelia de Mercury Rev o Flaming Lips, la omnipresente languidez de The Cure y el imponente y apabullador ruido de Sonic Youth, Pixies, Dinosaur Jr. The Jesus & Mary Chain y My Bloody Valentine, aunando este coctel en un recipiente de notorio armazón progresivo. Es el mejor momento para la banda sus presentaciones son continuas y participando en innumerables concursos se hacen de los primeros puestos; en sus ensayos logran climas densos y apesadumbrados, escenas dolorosas y pasajes iracundos, en jams e improvisaciones que pronto son trasladados a sus recitales en donde lo habitual era el desconcierto y asombro de los asistentes. Pero en una realidad como la peruana los años exigen su tributo y entrado el nuevo milenio Exilio se ve obligado a ser relegado a un segundo plano en la vida de sus miembros, ahora profesionales en busca de un trabajo, de modo que los ensayos y las presentaciones - cada vez mas escasas- amenazan el futuro de la banda. Con todo Exilio aprendió a supervivir estas difíciles circunstancias y los ingresos económicos de la agrupación y la facilidad para acceder a la tecnología se aprovecharían para hacer real un atesorado sueño: la grabación del primer álbum. Durante casi medio año Exilio se aboca al registro de sus mejores composiciones, arduo trabajo teniendo en cuenta la minuciosidad y afán perfeccionista de sus integrantes y sobre todo el desconocimiento de técnicas de grabación de música de este estilo en Arequipa, pese a ello la grabación se pudo concretar quedando la banda a la espera del mejor momento para el lanzamiento del disco. Poco tiempo después la banda toma una trascendental decisión: mudar de piel y tomar otro nombre, The ExitOsos seria el título elegido y serviría para dar a conocer al cuarteto mediante su participación en algunos discos compilatorios locales y capitalinos e incluso en un interesante tributo arequipeño a Soda Stereo en donde transmutarían "Efecto Doppler" en esta etapa se da también la producción del primer video clip del grupo, pensado como un trabajo artesanal y desenvolviéndose en un clima de serie b y suprarrealismo lúdico; se logra transmitir el video clip a través de algunos programas televisivos locales sin lograr mayor trascendencia. No conformes con la nueva denominación, que duro poco mas de un año, la banda elegiría el hasta ahora nombre definitivo para sus inacabables deseos de musicalizar sus sueños y pesadillas: Ruidósfera definiría mejor su intención de crear atmosferas recargadas y saturadas, oleajes de distorsión y efectismo que purgan dolor y rabia, candor y malevolencia, sencillez y detallismo en una música que ante todo se ha convertido en la forma de resistir al mundo de cuatro melómanos que hace tanto tiempo creen que alguna vez serán oídos por alguien.